El camión mixto Avia 3500
Un clásico en los trabajos de conservación de carreteras durante muchos años.
La Ley de 23 de diciembre de 1961 aprobó el Plan de Carreteras de 1962-1978. Este Plan de Carreteras coincidió en la práctica con los Planes de Desarrollo (1964-67 y 1968-72), lo que favoreció su financiación y ejecución, cosa que no se había logrado en los anteriores planes de la posguerra.
El I Plan de Desarrollo tuvo su antecedente inmediato en el informe del Banco Mundial para España de 3 de agosto de 1962. Este informe fue un importante acicate para el cambio de gestión que precisaba la red de carreteras española. En concreto, el informe recomendó por encima de todo mejorar el mantenimiento de la red ya existente. Fue un alegato a favor de la conservación de las carreteras, frente a la construcción de obras nuevas.
“… las carreteras-clave de la red no están al nivel del tráfico que actualmente tienen que soportar. Además, las carreteras principales son las que más deterioro han sufrido, porque los trabajos de conservación ordinaria no han corrido paralelos con el incremento del tráfico; los gastos anuales de conservación de carreteras… no han aumentado desde 1949. En consecuencia, la situación actual de la red de carreteras puede clasificarse de paradójica: las carreteras que deberían encontrarse en mejor estado –las que tienen mayor volumen de tráfico- son, de hecho, las que se hallan en peores condiciones…”
“La inadecuada conservación y el incremento del tráfico en carreteras… han provocado una situación crítica en los trechos más transitados de la red vial española. Deben emprenderse rápidamente gran cantidad de obras de amplias reparaciones para impedir la desintegración de los pavimentos, que ocasionaría onerosos gastos y pérdidas de tiempo para el tráfico.”
Informe del Banco Mundial para España. 1962
Entre otras medidas, el informe del Banco Mundial propuso reestructurar el sistema de conservación y mantenimiento de la red, mediante la eliminación de los camineros aislados en casillas, con un “trozo” de carretera a su cargo, fomentando la creación de brigadas de conservación.
“La conservación ordinaria de las carreteras se ha efectuado por medio del sistema de peones camineros… Los peones camineros disponen solo de las herramientas más elementales y no han sido sometidos a inspección adecuada. En estos últimos años se ha aumentado el número total de obreros y, en algunos casos, se han empleado grupos organizados o contratistas para la reparación de pavimentos, pero falta todavía que se comience a implantar sobre bases racionales un sistema organizado y coherente, provisto del equipo necesario.”
“Este sistema se halla actualmente en estudio; nos limitaremos, en consecuencia, a comentar la extensión conveniente de la mecanización de los programas de conservación…”
Informe del Banco Mundial para España. 1962
De acuerdo con el informe del Banco Mundial, durante la década de 1960 se organizó la conservación de carreteras, creando los parques de zona y fomentando la creación de brigadas de conservación, dotadas de una maquinaria adecuada para sus trabajos. En los parques de zona se construyeron naves y garajes, así como viviendas para alojar a los camineros, que dejaron de estar aislados y adscritos a un tramo de carretera.
La disponibilidad de maquinaria por parte de las brigadas permitió llevar a cabo tareas básicas de vialidad y de conservación, en especial de vialidad invernal. En la década de 1960 se adquirieron las primeras quitanieves para mantener el servicio en las principales carreteras.
El camión mixto por excelencia para el transporte del personal de las nuevas brigadas y de los materiales y pequeña maquinaria que necesitaban fue el Avia 3500. El primero de estos modelos de camión ligero Avia 3500 se fabricó en 1962, coincidiendo con el cambio del sistema de conservación.
La cabina del camión podía llevar hasta 9 trabajadores: el conductor, el capataz (en el asiento contiguo) y siete camineros (3 en la bancada que da frente a la puerta y 4 en la posterior). En la caja abierta se podían transportar las herramientas, la pequeña maquinaria y los materiales necesarios. Era un camión muy versátil en aquella época. Incluso se cargaba con sal en época invernal para tratar a mano zonas muy concretas, a la espera de la llegada de los escasos camiones quitanieves.
“El capataz vivía en la casilla situada en Albarracín y todos los camineros acudíamos al puesto de trabajo en la cochera y almacén próximos. Allí se guardaba el Avia, camión mixto de transporte de personal y materiales, y también se guardaban las herramientas, todas manuales y a veces particulares.
Un camión quitanieves que venía desde Teruel hacía el recorrido principal por la Sierra, a veces un par de días después de haber nevado, por lo que cargábamos el Avia con sal y hacíamos el recorrido por la zona echando sal en las umbrías y en las cuestas con hielo, por supuesto a mano.
El único medio de transporte del personal y de las herramientas era el apreciado Avia. También era el cobijo cuando llovía. Todas las herramientas eran de mano (picos, palas, rastrillos…), nada mecánico, salvo que la reparación fuera importante, en cuyo caso se empleaba maquinaria y refuerzo de otras brigadas.
Los camiones Avia eran mixtos. Aunque cabían nueve personas en la cabina, todos sabíamos cuál era nuestro lugar sin tener que llamar al acomodador. Todo era muy simple: el conductor y el capataz tenían sus asientos delante y dos puertas. Detrás de ellos, había dos filas de asientos con solo una puerta lateral; la primera fila tenía tres plazas y la otra cuatro. Los camineros más veteranos siempre se sentaban al fondo en ambas filas de asientos. La cuestión era estar alejados de la puerta de salida, y no para no tener frío precisamente. La brigada viajaba hacia su tajo definido, pero si en el camino divisaba el capataz algún obstáculo imprevisto, pasaba el aviso a la parte trasera, y si el obstáculo era pequeño, salían solamente los camineros más próximos a la puerta; para que salieran los más veteranos la incidencia tenía que ser muy importante. Cuestión de veteranía”.
Modesto Pascual Garcés. Fragmentos de su entrevista en la revista Rutas, número 180. Julio-septiembre de 2019.
El camión mixto Avia fue la imagen clásica de la conservación ordinaria de las carreteras españolas durante varias décadas. Algunos de estos icónicos camiones estuvieron en servicio durante mucho tiempo, prácticamente hasta la llegada de un nuevo sistema: la conservación integral contratada.
Muy interesante, pero mas me recuerdo de Barreiros Saeta en los parques del MOP….