Meridianos y carreteras
Una conocida canción de Rosa León comienza con los siguientes versos:
Entre tu pueblo y mi pueblo
hay un punto y una raya.
La raya dice no hay paso,
el punto vía cerrada.
Y continúa más adelante con estos otros:
Caminando por el mundo
se ven ríos y montañas,
se ven selvas y desiertos,
pero ni puntos ni rayas.
A los ingenieros nos ha parecido siempre fundamental referenciar todo lo que hacemos y especialmente la geolocalización. El concepto y el origen de los paralelos terrestres siempre fueron claros. La sección por el ecuador muestra el círculo mayor. Cosa distinta son los meridianos, todos idénticos. Es necesario establecer uno de ellos como origen para referenciar a los demás.
La idea de las coordenadas terrestres viene de antiguo. Claudio Ptolomeo (90-168 d.C.) escribió en ocho tomos su Geographike Uphegenesis y describió más de ocho mil lugares con sus coordenadas geográficas. Para la latitud se basó en el paralelo de Rodas, y para el origen de la longitud… en el meridiano que pasaba por las Makárôn nêsoi (“islas afortunadas”), identificadas en este caso como las islas Canarias por la inmensa mayoría de autores.
Durante varios siglos, hasta comienzos del XVII, se dudó sobre cuál de las islas Canarias era la más occidental. Unos geógrafos citaron a la isla de La Palma y otros a la del Hierro. Esto viene a cuento porque una ordenanza de 1 de julio de 1634 del rey Luis XIII de Francia, con mayor interés político que científico, estableció que se debía considerar como primer meridiano la parte más occidental de las islas Canarias “de acuerdo con lo que los más antiguos y famosos geógrafos determinaron”. En ese año ya aparece citada la isla del Hierro como origen de los meridianos.

El avance de la astronomía en los países más desarrollados llevó a la implantación de observatorios astronómicos. Uno de ellos fue el de Greenwich, que data de 1675. Desde ese año, los ingleses refirieron sus cálculos de longitud terrestre al meridiano de su propio observatorio. Los franceses lo hacían también desde su observatorio de París, sin perjuicio de referenciarlos (con error habitual en la traslación) al meridiano de El Hierro. En el fondo, cada país adoptó su propia referencia para la longitud terrestre, incluida España, que también tuvo varias.
La necesidad de adoptar uniformemente los husos horarios y las referencias de longitud se hizo patente a lo largo del siglo XIX. Para conseguirlo era necesario establecer un meridiano 0º (u origen), único para todas las naciones. Después de varias Conferencias internacionales, en octubre de 1884 tuvo lugar una en Washington, a la que asistieron 25 países (entre ellos, España). En esta Conferencia se presentaron muchas propuestas, destacando tres de ellas: Greenwich, París y la isla del Hierro. Ganó Greenwich por 22 votos a favor. España ni siquiera votó por la opción que daba prestigio a su propio territorio. Ya no era potencia europea.
El acuerdo entró en vigor en 1885. A partir de entonces, aunque poco a poco, los países fueron adoptando ese meridiano imaginario como origen de referencia para todos los demás.
¿Y qué tiene que ver esto con las carreteras? En realidad, lo mismo que con las demás realidades físicas de la superficie del planeta. Hoy día no concebimos planos de situación que no contengan claramente sus coordenadas o se nos hace difícil conducir o replantear obras sin un GPS. Por cierto, los GPS utilizan el Meridiano Internacional de Referencia (IRM), que está localizado más o menos a 5,3 segundos de arco al este del meridiano materializado en el Real Observatorio de Greenwich (que fue el utilizado como referencia en los sistemas de cartografía anteriores al GPS). El IRM no está fijado a ningún punto materializado en la superficie de la Tierra, ya que es ajustado periódicamente teniendo en cuenta, por ejemplo, el movimiento de las placas tectónicas; esto se consigue gracias a una red de estaciones terrestres de alta precisión que están instaladas por todo el globo.
El meridiano 0º clásico sí que se encuentra materializado (virtualmente) sobre la superficie del planeta. No deja de ser como los puntos y rayas de la canción de Rosa León, pero tiene su emoción atravesarlo o detenerse en el punto exacto. Esto se ha aprovechado en algunas carreteras para señalizar turísticamente, o para dar satisfacción al curioso, ese paso virtual entre dos hemisferios. En este sentido hay que señalar que, así como el meridiano de El Hierro tan solo toca territorio español en la punta de Orchilla, el de Greenwich atraviesa buena parte del Este de la península, pasando por las provincias de Huesca, Zaragoza, Teruel, Castellón y Alicante.
La señalización del meridiano 0º en las carreteras españolas es abundante en la Comunidad Valenciana y escasa en Aragón, si bien en esta Comunidad se encuentran dos casos significativos.
Quizá la señalización más notoria sea la de la AP-2 (E-90), entre Peñalba y Candasnos, en la provincia de Huesca, donde se ha dispuesto un gran arco que atraviesa la autopista en el punto coincidente con el meridiano 0, además de disponer de su señalización previa mediante cartelería convencional. El arco se ilumina durante las horas nocturnas.

En la Comunidad Valenciana destaca la señalización del paso del meridiano 0º por Albocàsser (carreteras CV-164 y CV-129), La Vall d’Alba (carretera CV-159), La Puebla de la Tornesa (carretera CV-15), El Verger (carretera CV-700), y La LLosa de Camacho (CV-720), que incluye una pequeña edificación para albergar el cartel.
Pero esto no queda ahí, ya que el meridiano 0º tiene dedicado nada menos que un puente sobre el río Girona en Beniarbeig (Alicante) y ya puestos, hasta un puerto en Mascarat (Alicante), ya que ahí se despide de tocar territorio español, siguiendo la orientación norte-sur.








He dejado para el final el único lugar (por el momento) de una carretera española en el que se encuentra señalizado el Meridiano 0º y ofrece una zona de descanso con aparcamiento. La casualidad quiso que dicho meridiano atravesara la carretera N-420 en su punto kilométrico 751,1 (entre las Ventas de Valdealgorfa y Valdeltormo, provincia de Teruel) en un lugar en el que la actual carretera es fruto de una pequeña variante de trazado respecto a la original del siglo XIX. Dicha carretera original se acondicionó con aparcamientos, un monolito conmemorativo y alguna mesa para descansar, una de ellas colocada justo en el punto de paso del meridiano, de manera que es posible sentarse con un pie en el Este oficial y otro en el Oeste oficial.
En esa zona de descanso se ha dispuesto, además, un pequeño cartel como recuerdo de la isla del Hierro, que como ya se ha dicho puede considerarse el primer meridiano-origen de la historia. Bien que se lo merece.


Meridiano es lo mismo que mediodía, sur. Todos los puntos del mismo meridiano alcanzan el mediodía a la vez. Es un momento luminoso (nos olvidamos de que también compartimos a la vez el resto de momentos del día y de la noche). De ahí que otra acepción de la palabra sea la de claridad.
Confío en que este pequeño artículo haya sido meridiano.