Casillas de camineros.
En el siglo XVIII comenzó la construcción de casillas para los camineros, con el doble objetivo de establecer su residencia en el trozo que tuvieran asignado y de facilitar el auxilio a los viajeros en caso necesario, teniendo en cuenta las enormes distancias que a veces existían entre las poblaciones.
El Real Decreto de 25 de junio de 1852 ordenó la construcción de casillas para su alojamiento. Estas casillas, preferentemente, debían proyectarse para dos camineros (casillas dobles) y ser de construcción económica. La Circular de 26 de febrero de 1852 del Director General Juan Subercase llegó a indicar que donde no hubiere otros materiales se construyeran con adobes.
La disponibilidad de agua era fundamental a la hora de localizar la casilla. Cuando no se disponía de cauces de agua próximos, se proyectaron pozos anexos, que en algunos casos aún se pueden observar.
Lucio del Valle, Víctor Martí y Ángel Mayo, los mismos ingenieros que diseñaron la colección de tajeas, alcantarillas y pontones, diseñaron un modelo de casilla doble que fue aprobado por Real Decreto de 28 de mayo de 1859. La edificación tenía una superficie en planta de unos 110 m2, con el vestíbulo común para las dos viviendas y un huerto trasero de unos 70 m2, también compartido. La mayor parte de las casillas de España se adecuaron a este modelo y fueron construyéndose a la vez que la propia carretera, generalmente mediante subastas independientes.
La opinión general de los ingenieros a finales del siglo XIX era que los camineros debían residir en casillas aisladas y no en las poblaciones, para evitar compadreos y amistades con personas a las que probablemente tuvieran que denunciar en alguna ocasión. Se conocen casos en los que el caminero optó por vivir solo en la casilla, teniendo a la familia en la población más próxima. A pesar de ello, algunos afortunados tuvieron la casilla en las inmediaciones o incluso en la travesía de alguna población. Otros, en cambio, vivieron en zonas desérticas alejadas de cualquier núcleo urbano o en inhóspitos puertos de montaña.
Se dieron casos de difícil convivencia entre las dos familias que residían en la misma casilla doble. En diversos artículos de la Revista de Obras Públicas de 1898 y 1900 llegaron a proponerse distintas soluciones como alternativa al diseño oficial de las casillas, buscando que no compartieran las dos familias el mismo zaguán y el pasillo. No obstante, la mayor parte de las casillas obedecieron al modelo de Lucio del Valle.
El caminero disponía, en la parte trasera de la casilla, de un patio donde podía tener un corral con animales. Tenía prohibidos los conejos y las palomas, pero permitidos los burros, las gallinas y los cerdos.
Como ya se ha citado, uno de los objetivos de la implantación de casillas aisladas fue la de poder auxiliar al viajero que tuviera algún problema. La picaresca debió surgir pronto, y en varios reglamentos se prohibió a los camineros despachar comidas o bebidas, o comerciar con los viajeros.
Con el desarrollo de la señalización de carreteras, en las fachadas de las casillas de camineros se pintaron también carteles informativos con fondo azul y letras blancas, que indicaban las distancias a las principales poblaciones más próximas. Por cierto, la Circular de 17 de diciembre de 1920 autorizó también la colocación de carteles publicitarios en las casillas, disposición que fue dejada sin efectos en mayo de 1922 debido a que la proliferación de anuncios despistaba a los conductores de la atención a los carteles oficiales de distancias.
Las casillas de camineros, como edificaciones aisladas cercanas a las carreteras, sufrieron muchos daños durante la guerra civil de 1936 a 1939. La Revista de Obras Públicas informaba a finales de 1940 sobre las obras destruidas en la guerra civil y su estado de reconstrucción. Solamente en la provincia de Teruel se habían destruido 63 casillas de camineros.
En la década de 1960 se produjo la reorganización de los equipos de conservación, uniendo a los trabajadores en brigadas y construyendo Parques de Maquinaria de Zona. Las antiguas casillas, muchas de ellas deshabitadas desde hacía tiempo, fueron arruinándose poco a poco. Finalmente, se ordenó la demolición de todas ellas en la red de carreteras del Estado, si bien las razones esgrimidas no fueron el peligro de ruina, sino que estuvieron vinculadas a la defensa de la moral. De esta orden tan radical se salvaron algunas casillas, así como otras que no estaban en la red estatal. Algunas de estas casillas supervivientes se conservan como almacenes auxiliares de material y otras han sido enajenadas a terceros o tienen otros usos alejados de la conservación de las carreteras.
En las proximidades de Luco de Jiloca, la Unidad de Carreteras de Teruel del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha acondicionado una casilla de camineros (que probablemente fue construida en 1861). Dispone de muebles antiguos y herramientas propias de los camineros, y ofrece una idea al visitante sobre la austeridad del hogar de los peones camineros.
Por cierto, el sistema de conservación mediante camineros, con sus correspondientes casillas, también fue establecido en las colonias españolas durante el siglo XIX. Un ejemplo lo tenemos en la casilla de la carretera PR 14 en Juana Díaz (Puerto Rico).
Que buen artículo, lo comparto. Un saludo desde Galicia.
Todavía podemos ver una casilla de peon caminero en Madrid. Calle Alcalá 374. Se puede ver en google. Contruyeron y dejaron aislada esta vivienda. Contrasta con la altura que los edificios adyacentes tienen. Un saludo
Hay una en plena Calle Alcalá de Madrid:
maps.app.goo.gl/KQyQFt23BghRN7icA
En Tenerife tenemos varias que discurren por la antigua carretera general del sur C-822. Una reconstruida en el municipio de Candelaria que ahora es un espacio cultural. http://tenerifecaucesur.com/ficha.cfm?id=14&idioma=esp. Otra en Güímar http://tenerifecaucesur.com/ficha.cfm?id=43&idioma=esp
He leído el artículo con mucha emoción,ya que me siento muy identificado,pues mi padre trabajaba en esa profesión, en la provincia de Teruel,yo viviendo en Alcorisa he llegado a conocer una familia que se criaron en una casilla.
Gracias. Estoy preparando una entrada con la historia del Cuerpo de Camineros, que completará a la entrada sobre sus casillas.
Hola, soy madrileño hijo y hermano de peones camineros, de hecho, mis padres siguen viviendo hoy día en una casilla en un pueblo de la provincia. Enorme emoción al leer el artículo. Gracias.
Muchas gracias. Estoy preparando una entrada que narre la historia del Cuerpo de Camineros.
Carlos Casas Nagore
Yo crecí en una casilla en un pueblo de Toledo llamado Madridejos, y me trae muy buenos recuerdos, luego desaparecieron y fuimos a vivir al pueblo al formar las llamadas brigadas
Hola, interesante artículo. En Carmona, Sevilla, podemos disfrutar de una casilla a la entrada de la localidad en el trayecto de la antigua vía Augusta, a unos 300 metros de la puerta de Córdoba.
El lugar donde se encuentra y el diseño evocan cierto romanticismo. Consta de dos plantas, tejado a dos aguas, terraza con arcos, pequeño jardín de arriates con sillares de la antigua muralla de la ciudad, sillares que hacen las veces de asiento. En la parte trasera existía el huerto con su típico corral. Está edificada en un terreno elevado pudiéndose aprovechar las hermosas vistas girando 360°. En el frontal, contenía una rotulación en azulejos de letras negras con la denominación oficial para la que fue construída «Peón camioneros». Permanece en proceso de restauración.
Esperanza sabes esta casilla de Carmona a quien pertenece. Al Ayuntamiento, la Junta de Andalucia o el Estado?
Actualmente parece estar ocupada.
Saludos
MANUEL
Fe de errata.
En la rotulación ponía Obras Públicas.
Muchas gracias por la información.
En Puerto Rico se construyeron 47 casillas cuando éramos colonia de España. De esas solo quedan 26, la mitad de ellas más o menos en ruinas. Otras están habitadas por descendientes de los camineros y otras son propiedad del gobierno, que no hace nada por darle mantenimiento ya que son históricas. Yo hice un grupo en Facebook sobre las casillas de camineros en Puerto Rico.
A la venta una casilla de camineros en Robleda, Salamanca por once mil euros
Muy interesante, buen trabajo
Setenta y seis años hace que nací, en una casilla de Peones Camineros, con mis tres hermanos, exactamente como la de la foto. En ella nos criamos y vivimos hasta cumplir los quince., me ha causado gran emoción verla tan remozada.
Gracias. Me alegro de que le haya gustado. Esa casilla se puede visitar (previo aviso a la Unidad de Carreteras de Teruel del Ministerio de Transportes para concretar la visita). Incluye también unos paneles sobre la vida de los camineros y una colección de herramientas.
Carlos Casas Nagore
Por supuesto, tengo la intención de visitarla cuando dejen movernos. Sentí nostalgia cuando la vi ayer, me trajo gratos recuerdos, Gracias por permitir dar nuestra opinión y la mía es, que deberían haber dejado algunas sin derribar, y poder visitarlas.
También forman parte de nuestra historia.
Soy de Quintanar de la orden Toledo estuve asta los cuatro años en una casilla lo pasaba genial con mi hermano luego él ministerio de obras públicas cuando icieron las brigadas nos izo en el vivero unas Casas estraordinarias. Soy nieta de Caminero capataz he ija dé Caminero. Gracias por qué alguien sé acuerde de éste cuerpo qué no Hera ni mucho menos analfabeto GRACIAS