Jugar “a las carreteras”.
El aula didáctica de carreteras de Teruel.
“Jugar es la forma más elevada de investigación”. Dicen que la frase es nada menos que de Albert Einstein.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agencia Urbana dispone desde el año 2006 de un aula didáctica para escolares, anexa al museo de Carreteras de Teruel. En ella, niños y niñas aprenden jugando cómo se construye y se conserva una carretera y efectúan algunos experimentos divertidos.

La idea inicial.
Otros colectivos relacionados con el servicio público efectúan desde hace muchos años visitas guiadas para escolares a sus instalaciones. Es una forma de darse a conocer y de fomentar la afición a la correspondiente profesión desde pequeños. Casos típicos son el servicio de bomberos, la policía o la guardia civil.
Por otra parte, suele ser habitual que al recordar a las personas que intervienen en una emergencia o en una incidencia de vialidad en la carretera los grandes olvidados sean quienes muchas veces llegan los primeros y garantizan la seguridad de los demás usuarios: los equipos de conservación. Estos equipos son también ignorados cuando se circula por una carretera bien conservada y segura. Su trabajo es continuo, aunque discreto y desapercibido (se trata de molestar lo mínimo posible al usuario de la carretera). Además, a la inmensa mayoría de los políticos no les interesa, pues aunque son numerosísimas las actuaciones, no hay posibilidad del culto al ego ni cortes de cinta.

A los escolares que visitan el aula didáctica de carreteras se les entrega un par de libritos explicativos. Uno de ellos está dedicado a la construcción y explotación de carreteras y el otro al laboratorio de control de calidad. El primero de ellos finaliza con estas palabras:
“Desde el Centro de Conservación de Carreteras de Teruel se controlan y conservan las carreteras estatales del denominado Sector TE-1 (autovía Mudéjar y carreteras N-234, N-330 y N-420).
El Servicio de Comunicaciones se dedica a obtener la información necesaria, para poder actuar con rapidez donde se necesita. Varios equipos ejecutan las tareas urgentes de vialidad que son precisas, a cualquier hora del día y de la noche.
Otros equipos se dedican a vigilar la carretera y a conservarla en las mejores condiciones posibles.
Gracias a su trabajo, esperamos que cuando viajes por las carreteras tengas un viaje cómodo y seguro”.

Aprender jugando.
El aula tiene cinco partes diferenciadas: construcción de una carretera, su explotación, experimentos divertidos, topografía y visita a la exposición de maquinaria de conservación que se expone en el exterior, incluyendo los camiones quitanieves.
La inmensa mayoría de los juegos son originales. Precisamente, una de las carencias de la juguetería tradicional está relacionada con las obras públicas (salvando los juguetes de maquinaria y vehículos, que son abundantes). Modesto Pascual Garcés, un gran profesional de la conservación de carreteras, ha sido el artista que ha confeccionado casi todas las maquetas y los juegos.
En la zona de construcción de una carretera los escolares juegan a:
- Redactar el plano de trazado de una carretera, a partir de la maqueta que representa el territorio.
- Conocer y manejar las máquinas para efectuar el movimiento de tierras.
- Construir un clásico puente arco, a base de dovelas (en el juego son de madera).
- Conocer el funcionamiento del hormigón armado, efectuando construcciones a su antojo (siempre que dispongan correctamente las armaduras).
- Conocer cómo se fabrica el hormigón.
- Construir un clásico puente losa de hormigón armado.
- Construir un viaducto por voladizos sucesivos.
- Construir un viaducto empujado.
- Conocer y manejar una planta de fabricación de aglomerado asfáltico (desde su panel de control).
- Descubrir la señalización vertical y el balizamiento. Analizan los niveles de reflexión.
- Pintar las marcas viales en un tramo de carretera y descubrir por qué se ven tan bien cuando es de noche.
- Montar un tramo de barrera de seguridad metálica.







En la de explotación, juegan a:
- Conocer la adherencia de diversas superficies de rodadura.
- Conocer el funcionamiento de una pantalla paranieves.
- Conocer cómo se efectúan los aforos en una carretera.
- Defender la carretera ante las actuaciones de terceros.
- Señalizar un tramo de carretera en obras.
- Efectuar una rehabilitación del firme y conocer y manejar su maquinaria específica.


El aula tiene un apartado dedicado a efectuar diversos experimentos. Destacan tres de ellos:
- Analizar los tiempos de fundido del hielo mediante cloruro sódico y cloruro cálcico.
- Fabricar un cubo de hormigón, a partir de sus componentes básicos.
- Calcular la densidad de una roca.


Para el apartado de topografía, que se realiza en el exterior, se ha recurrido a reproducir como juguetes de madera:
- Una especie de chorobate romano, con el que calculan la pendiente de un tramo de terreno.
- Una especie de dioptra sencilla, con la que los escolares levantan un plano de planta de una zona en la que se han dispuesto, en su situación real a escala, los principales poblados ibéricos de la provincia de Teruel y un campamento romano (éste en posición aleatoria). Se trata de levantar el plano, calcular distancias y poder avisar al poblado más próximo de la presencia romana.

Finalmente, la visita se completa con juegos en el exterior, aprovechando la colección de más de treinta máquinas de conservación y la zona del Centro de Conservación dedicada a la vialidad invernal (muy importante en la provincia de Teruel).


Visitas.
Las visitas al aula didáctica se efectúan para grupos de hasta 25 alumnos, mediante cita previa por correo museocarreteras@carreterasaragon.com. La edad aconsejada es la de los alumnos de 5º y 6º de primaria, y la duración mínima de la visita debe ser de tres horas.
Hay que hacer constar que desde marzo de 2020 se han suspendido temporalmente las visitas al aula a causa de la COVID.
¿Ingenieros e ingenieras del futuro?
Más de 4.000 niños y niñas han visitado el aula en grupos organizados (de hasta 25 alumnos) desde su creación.

El aula didáctica ha tenido su repercusión en prensa y artículos en revistas técnicas.
Todo sea para que los profesionales de la carretera sean más conocidos y valorados, y para que los niños y niñas sepan más sobre nuestra profesión.
Jugando, claro.